Svyatogor (Святого́р) es quizás el héroe más antiguo de la epopeya Rusa
(y de otros pueblos eslavos), de origen pagano y características divinas. Es un
enorme gigante a cuyo paso la tierra se sacude, los bosques tiemblan y los ríos
se desbordan. Su madre es la tierra y su padre, frecuentemente es descrito con
ceguera, al parecer una característica que le vincularía al otro mundo. Su
nombre se deriva de las palabras que significarían “montaña sagrada”; es un
gigante, casi divino, a la vez montaña y hombre, un bogatyr tan enorme que la tierra no soporta su peso, debe vagar
continuamente y vivir en montañas lejanas.
Aparece en varias
historias, no heroicas como las de otros bogatyr como Ilya Muromets (Илья Муромец) o Dobrynia
Nikitich (Добры́ня Ники́тич) y quizás más extrañas y cargadas de simbolismo; no es un bogatyr
realmente vinculado a Kiev o a Novgorod, sino que más bien resulta atemporal. En
uno de los relatos, su fuerza es tal que se jacta de ser capaz de hacer girar
el cielo y la tierra, ante lo que otro bogatyr, Mikula Selyanonivich (Микула Селянинович), bogatyr y labrador prodigioso, arroja su bolsa al
suelo y le reta a levantarla. Svyatogor trata de levantarla, primero desde el
caballo, luego en tierra, con ambas manos. No lo consigue y se hunde en el
suelo: la bolsa de Mikula Slyaninovich guarda “toda la carga de la tierra”. En
algunas versiones, Svyatogor muere en el intento; en otras sobrevive, a veces
ayudado por su caballo, y Mikula le revela el secreto de la bolsa.
Sus andanzas se cruzan con las del más famoso de los bogatyr,
Ilya Muromets, a quien, caballo incluido, es capaz de guardar en su bolsillo,
tal es el tamaño de Svyatogor. Ilya Muromets busca a Svyatogor y encuentra al
gigante durmiendo. Le golpea con su espada, pero Svyatogor sigue su sueño; le
vuelve a golpear, sin resultado. Al tercer golpe, Svyatogor se despierta y coge
a Ilya Muromets y su caballo y los guarda en su bolsillo, manteniéndolos ahí durante
tres días. Pero el caballo de Svyatogor asegura no poder con el peso
de dos héroes, tropieza y cae. Svyatogor e Ilya Muromets entablan amistad y se
intercambian cruces de oro. Son dos héroes, dos bogatyr que se respetan y
confían uno en el otro. Deciden viajar a las montañas sagradas (puede ser el
monte Ararat, donde la tradición ubica el arca de Noé, el monte Athos en
Grecia, las Montañas Sagradas (Святые
горы) del óblast de Donetsk, en el
este de Ucrania), cabalga junto a Ilya Muromets hasta que encuentran un enorme
ataúd de piedra, -en algunos relatos el féretro tiene la inscripción “quién yazca
bien en el ataúd, también yacerá en el cielo”-. Se preguntan quién habrá podido
hacer ese maravilloso ataúd y Deciden probarlo. Ilya Muromets, humano, es demasiado
pequeño, pero este ataúd de piedra se ajusta perfectamente al gigantesco
Svyatogor. La tapa se cierra y a pesar de los intentos de Ilya Muromets, no se
puede abrir: cada mandoble de espada es inútil y en algunas versiones, cada
muesca que deja la espada en la tapa, se transforma en un fleje de hierro que
cierra aún más el ataúd. Es el final de Svyatogor y él lo sabe, pero antes de
morir, le transfiere parte de su fuerza a Ilya Muromets y su espada, lo que más
adelante le ayudará a convertirse en el más importante, poderoso y famoso
bogatyr de todos los tiempos. Pero eso es ya otra historia.
Ivan Bilibin, Ilya Muromets y Svyatogor (1900) (Ива́н Я́ковлевич Били́бин, Илья Муромец и Святогор, 1900)
Ivan Bilibin, Ilya Muromets y la esposa de Svyatogor (1900) (Ива́н Я́ковлевич Били́бин, Илья Муромец и жена Святогора, 1912-16)
S. Panasenko, Svyatogor, (1990) (Сергея Петрович Панасенко "Михалкина", Святогор, 1990)
A. Ryabushkin, Svyatogor (1895) (Андре́й Петро́вич Ря́бушкин, Святогор, 1895)
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